WIKIPEDIA Y SUS PELIGROS
Todos los profesores
universitarios recomiendan a sus alumnos no utilizar Wikipedia para sus
trabajos. Como se sabe, el método de esta "enciclopedia online" no es
cuidadoso y sus fuentes no son seguras. Hemos tenido ocasión de corroborarlo en
algo que nos concierne personalmente: la entrada publicada bajo el nombre del
suscrito (https://es.wikipedia.org/wiki/Erwin_Robertson - Consultada el
30/10/19).
Al comenzar a leer, no
tengo motivos especiales de queja: soy descrito como "académico,
abogado, historiador, escritor y helenista chileno", lo que es halagüeño,
y me complace que se diga que soy "conocido por ser redactor jefe de la
revista Ciudad de los Césares". Lo que viene a
continuación es más problemático: "ha sido descrito como el principal
exponente del ala intelectual del neonazismo chileno, mientras que él prefiere
definirse como nacionalista", asegura el wikipediasta. Las fuentes de
esta descripción son una tesis de licenciatura en comunicación social (2003),
de don Julián Socorro, de la que ya hablaremos, y una columna de ADN
Radio (2015), que a su vez copia una publicación de The
Clinic online.
Prosigue mi biógrafo:
"simpatizó con el nacionalismo duro liderado por Roberto Viaux, que lo
llevó a participar a los 20 años en el tacnazo, acción por la que tuvo que
pasar 6 meses en prisión". Bien, he aquí una pequeña dificultad. Para
participar en el "tacnazo", que -como se debería saber- fue un
movimiento militar (el acuartelamiento del regimiento Tacna de
Santiago), dirigido por el citado general Viaux, yo mismo debería haber sido
militar: dada mi edad, ¿habría sido subteniente en esa época? Lamentablemente
(para la tesis del wikipediasta), no lo era. Por lo tanto, no pude participar
en el acuartelamiento del Tacna;
ni tampoco estar en prisión por ese hecho. El general Viaux era un líder
militar, pero no líder del nacionalismo, ni duro ni blando, antes del
"tacnazo"; después sí
lo fue. Ciertamente, en esa época fui un seguidor de Viaux; no tengo problemas
en declarar que fue uno de los hombres que más me ha impresionado en mi vida
(los otros dos -dejémoslo sentado, para futuros biógrafos- fueron el político
nacionalista Jorge Prat y el escritor Miguel Serrano).
Meses más tarde, asegura
el wikipediasta, fui uno de los "sospechosos" en el asesinato del
general René Schneider. La salud de este buen general ha sido motivo de gran
preocupación para cierta prensa desde entonces (1970); pero, lamentablemente
(de nuevo, para la tesis), no tuve que ver con su defunción. Pues ocurre que,
cuando tuvo lugar ese trágico acontecimiento (que liquidó las expectativas
políticas del general Viaux, dicho sea de paso), yo me encontraba en prisión,
ya por un par de semanas y seguí en ella por un tiempo todavía. Claro está, no
por el "tacnazo", sino por ciertas jugarretas que nos permitimos en
esos días, y que -ilegales como eran- no son equiparables a un homicidio. No
tuve que ver, pues, con la sangrienta chambonada de los que querían secuestrar
y terminaron matando, aunque nos hayamos encontrado -los sometidos a dos
procesos judiciales distintos- reunidos en virtud de la acumulación (por
razones de "economía procesal") de los procesos. En definitiva, fui
acusado y condenado en virtud de un precepto de la ley de Seguridad del Estado
que sanciona a los que conspiren para "derrocar el gobierno constituído".
Esto es lo que cualquier investigador, periodista o historiador, podría
averiguar sin mucho esfuerzo, simplemente revisando la prensa de la
época.
Prosigamos. El resumen de
Wikipedia señala mi filiación en el "Movimiento Revolucionario Nacional Sindicalista".
Ya he expresado mi juicio sobre este antiguo grupo nacionalista chileno y no la
voy a repetir ahora; pero nunca milité en él. Nuevamente, mi biógrafo no se
informó debidamente y se limitó a copiar quizás qué información de prensa. De la
misma manera, no fundé la revista Ciudad de los
Césares "junto a algunos miembros del Movimiento Revolucionario
Nacionalsindicalista (sic, la variación en el nombre es de Wikipedia) y
el Frente Nacionalista Patria y Libertad". En la fundación de nuestra
revista no participaron miembros de partidos ni movimientos políticos (uno de
los fundadores había militado en "Patria y Libertad", ¡pero quince
años atrás!), y, de hecho, la revista pretendía superar lo que había sido el
nacionalismo chileno.
La revista Ciudad
de los Césares está pasablemente bien descrita. Con seguridad, no se
considera "heredera" del Movimiento Nacional Socialista de Chile, que
existió hasta 1938, año en que su élite juvenil fue exterminada. No porque no
considere un digno y valioso referente a ese movimiento, del que yo mismo he
precisado su ideología política; sino porque, claramente, Ciudad
de los Césares es otra cosa. La lista impresionante de pensadores y
escritores (no todos "filósofos", como cree el wikipediasta), que
serían las principales "influencias" en la revista, puede parecer
pedante; nosotros no lo hemos dicho así.
El autor cree que es un
dato relevante para mi biografía la asistencia a dos funerales: al del oficial
SS Walter Rauff y al de Miguel Serrano. Lo primero es falso, lo segundo
efectivo. Y no sólo asistí al funeral de este escritor chileno, de cuya
amistad me he preciado, sino que hablé en la ocasión. Esto era más importante
para consignarlo, pero se le escapó al wikipediasta.
Para volver al comienzo,
no me tengo por exponente, ni principal ni secundario, del "ala
intelectual del neonazismo chileno". Entre otras razones, porque creo que
el neonazismo chileno no tiene ala intelectual. En cuanto al nacionalismo, por
cierto que es parte de mi trayectoria política, y he escrito sobre el tema;
pero como autodefinición política dejó de ser satisfactoria para mi. Sobre ello
hay también muchas páginas en Ciudad de los Césares.
Dejo de lado algunas
inexactitudes menores de la nota biográfica. Y cierro con una referencia a las
fuentes del wikipediasta. La principal es la tesis del señor Socorro, que versa
sobre el "Movimiento neonazi en Chile entre 1990 y 2003", y que me
dedica un apartado. La tesis de Socorro no es un modelo de investigación
rigurosa, pero no comete el disparate de hacerme participar en un movimiento
militar sin ser militar. A su vez, el tesista se limita a seguir una tesis
anterior y copiar una o dos crónicas de prensa que en alguna ocasión me han
mencionado, o para las que he sido consultado por el autor de la crónica. Mucho
queda por hacer para quien, alguna vez, quiera dedicar sus ocios a
investigar(me) en serio.